No todos los aceites de oliva son iguales. Gracias a las muchas variedades de que disponemos –solo en Catalunya hay cinco Denominaciones de Origen- podemos disfrutar de cada una de ellas según los platos que vayamos a preparar.
Hay variedades, por ejemplo, la de Siurana, que es muy agradable al paladar con una fragancia de almendra verde y manzanas; el de Les Garrigues y Terra Alta es afrutado, y con fragancia a tomates y almendras el primero y sobretodo de almendras el segundo. Los aceites del Baix Ebre-Montsià son transparentes, sin velos; aceites dulces, sabrosos. Y finalmente, los de L’Empordà, equilibrados en su gusto picante y amargo, muy aromáticos, que recuerdan los anisados, la alcachofa, tomates, almendras y eneldos.
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