Descripción
Su aroma de almendras ligeramente tostadas lo hace ideal como aderezo de platos fríos y calientes, aunque también es el toque perfecto en repostería: añádelo a la masa como sustituto de la mantequilla o margarina (o parte de ella) y aporta a pasteles y galletas un toque almendrado muy delicado.
Su aroma es suave y delicado, siendo muy apreciado en repostería para untar moldes, por ejemplo, el de una mousse o el de un bizcocho, también en platos salados, como el molde de un soufflé. Para acabar una sopa o crema fría es ideal. Imagínate un ajoblanco rematado con este aceite: ¡pura delicia! Y como la mayoría de frutos secos, la almendra es rica en grasas saludables, proteínas, minerales y vitaminas, propiedades nutricionales que no se pierden con este aceite virgen de extracción en frío.
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